La arquitectura del Brutalismo no deja indiferente a nadie, o casi nadie. Aunque surgió como respuesta a la escasez de materiales disponibles en la posguerra de 1945 en Europa, pasó de ser una arquitectura que se preocupaba por la eficiencia y manejo consciente, a volverse un tipo mas bien expresionista cuando se superaron los problemas de abasto y economía.
Hay casos en los que es fácil identificar el Brutalismo cuando cumple con las características que usualmente asociamos a este. Pero para que lo sea, la estructura que soporta el edificio y el material que la compone, son también los que se exponen al exterior, sin recubrimientos que oculten lo que es en realidad. Aún así es una de los tipos de arquitectura más complejos, que puede confundirse con un expresionismo pero recubierto con enjarres, paneles de metal o piedras en su total, lo que en realidad los descarta como Brutalistas.
En la zona de Las Colonias (Colonia Americana entre otras), se fue abriendo paso la arquitectura moderna ante la practicidad de mantener la ciudad dentro de sus limites urbanos en lugar de desarrollar una zona con edificios con mayor capacidad. Ya había una tendencia por demoler edificios, y fue ahí donde tuvieron lugar los edificios brutalistas que ahora vemos, siendo campo fértil para la experimentación en zonas de la ciudad con elevada circulación de personas.